El mago Daídamo
En un castillo mágico,
Daídamo el mago, estudiaba en un gran libro de magia, buscaba una
poción para hacerse invisible y para hacerla, necesitaba una rana y
una mariposa, así que tuvo que salir del castillo para buscarlas en
el bosque. Buscando, buscando, se alejó tanto dentro del bosque que
se perdió. Llegó hasta un río de aguas transparentes donde se
encontró con un pequeño hombrecito parecido a un duende. Sus orejas
eran puntiagudas, sus ojos grandes y saltones, con barba naranja y
sonrisa alegre. Le preguntó si en aquel río tan limpio él había
visto algunas ranas y 6 mariposas. El hombrecillo se quedó pensativo
y no le respondió ¿Porqué no me contestas?. Preguntó el mago.
Porque ya imagino que andas buscando atrapar a esos animalitos para
las pócimas.
¡Nunca dejaré que le hagas
daño!, Así que tendrás que idear otra manera para conseguir lo que
quieres.
El mago insistió en que el
hombrecillo se lo dijera e intentó engañarle diciéndole que sólo
los quería ver. Como el duendecillo era tozudo no se convencía y le
dijo otra vez que no. El mago haciendo uso de la magia lo convirtió
en rana y como las ranas comen mariposas le ayudó a cogerla.
Seguidamente, regresó a casa y apareció el Rey Salmón y le dijo:
-¡Suelta a esos animalitos!
O haré chorizo contigo, Daidamo contestó ¡nunca! Tengo que hacer
la poción y ¡catapón!, en chorizo se convirtió. El Rey Salmón se
lo comió y dejó a los animales libres.
Colectivo 1º Ciclo.
Colectivo 1º Ciclo.
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