viernes, 15 de febrero de 2013

Narraciones descriptivas con respuestas indirectas siguiendo la estructura de la lectura LAMBERTO.


En el capítulo leer para escribir, hemos realizado primero la lectura de LAMBERTO. A continuación hemos analizado su estructura; las descripciones, las respuestas indirectas y por último hemos propuesto escribir descripciones con dicha estructura.

LAMBERTO
Lamberto tenía un hermano y una hermana mayores que él. Y, por supuesto, como todos los hermanos y hermanas mayores de sus amigos, eran insoportables.
A veces se horrorizaba viendo a Lidia, y oyéndola. Estaba claro que todas las chicas eran tontas, pero de que su hermana se llevaba la palma no tenía la menor duda. ¡Y lo asombroso es que los chicos la encontraban guapa! Lamberto se estremecía. Lidia no hacía más que pensar en chicos, y en su atractivo personal. Se enamoraba apasionadamente cada dos por tres, y entonces era la representación de la duda. Se sentía gorda, con demasiada cadera, demasiado pecho, demasiados pies, demasiada nariz, demasiado... todo demasiado menos su cerebro, por supuesto, que para Lamberto no ofrecía mayor envergadura que el de un mosquito. Su mayor esperanza pasaba por el hecho de que con dieciocho años, Lidia ya no tardaría mucho en casarse. Pero... ¡si ya casi era una vieja! Eso acabaría con el problema.
Fede, un año mayor que Lidia, era distinto. Su hermano se las daba de atleta porque jugaba en un equipo de fútbol aficionado. Iba por la vida de “dandy” presumido, impecable, con su cabello cortito, su ropa moderna y sus opiniones llenas de sentencias. Pretendía entender de todo y hablaba de cualquier tema con una seguridad tan pretenciosa que a Lamberto le encantaba imitarlo. La segunda mayor esperanza de su futuro consistía en que Fede ya no tardaría mucho en
hacer el petate para irse a la mili y vestirse de quinto. Pero mientras tanto, los días, las semanas, los meses, se hacían eternos y cada dos por tres, inexplicablemente, él metía la pata y se organizaban unos ciscos tremendos en casa. Tenía terminantemente prohibido entrar en las habitaciones de Lidia y Fede, y es que cuando lo hacía, aunque no tocase nada, aunque solo metiese la cabeza para ver
si ella había puesto “pósteres” nuevos o él tenía algún trasto curioso, siempre sucedía algo. Y se la cargaba con todo el equipo.
- ¿Ese disco? ¿Te refieres a ese disco? Pues... sí, recuerdo haberlo cogido, pero solo para ver cuál era... bueno, puede, solo puede, que también lo sacara de la funda. ¿Oírlo? Bueno, puede, solo puede, que pusiera una canción, más que nada para ver si el disco correspondía a la funda y que
luego me equivocara... ¿Rayado? ¿Cómo pude haberlo rayado? Bueno, puede, solo puede, que la aguja del tocadiscos se me cayera de la mano, pero... ¿Culpa mía? ¿Estás insinuando que yo...? ¿Pagarlo...? ¡Es fantástico, fantástico: yo únicamente quería ayudar!
- ¿Tu trofeo del torneo de verano? ¿Te refieres a esa copa que te dieron por jugar de reserva y
encima quedar vuestro equipo en último lugar...? ¿Cogerla yo...? ¿Cómo, que hablo con
sarcasmos? Bueno, puede, solo puede, que entrara para leer la plaquita, ¿es eso malo?
¿Caerse al suelo? ¡Ah, no! Yo la dejé en la mesa ¡Pues habrá habido un terremoto! A veces los hay y no nos damos cuenta... ¿Qué? ¿Mi paga semanal? ¡ No es justo, no lo es! ¿Por qué todo lo que sucede aquí debo hacerlo yo? ¡Qué ganas tengo de que Olvido eche a andar y nos repartamos las culpas! Olvido era la última adquisición familiar. Contaba seis meses de edad.

Veamos los resultados:

Yo tengo un hermano que es mayor que yo. Y como todos los hermanos es insoportable y chivato. Este se llama Antonio, con pelo negro, fuerte,musculoso, alto.... Pero siempre que lo veo está o jugando a los videojuegos o comiendo algo. Pero también sabe practicar muchos deportes: bicicleta,patinaje,balonmano,aunque me extraña que no le guste el fúbol siendo un chico, sin embargo cuando juega. España o nuestro equipo favorito contra nuestro contrario siempre lo vemos juntos. Tenemos el mismo cuarto, pero, cada uno tiene su hucha,su estanteria, sus cajones,etc...en resumen,sus cosas. ¿Que,cómo?.....¿Yo?,¿tocar yo tu balón?.....¿Estas diciendo que yo?......bueno,quizás,lo mirara,pero solo lo mire eso no es malo,noo....¿Que yo?....¿abollarlo? ....Bueno,quizas,solo, puede que lo tocase....buenooo......a lo mejor, quizás lo votase un poco.
Porque todo lo que pasa aquí tengo que hacerlo yo.¡Porque soy la más pequeña !
Magdalena

Mi hermano se llama Abdou. El tiene catorce años. El es alto casi tan alto como mi padre. Es un buen futbolista. Cuando entra a mi habitación le regaño y le digo que no entre, porque luego si necesita algo me lo coge sin permiso y me lo devuelve como algo diferente y cuando sospecho de él me dice.
-¡que yo!, yo no he sido, bueno puede solo puede. Pero yo no he sido. ¡ Que el boligrafo! bueno, solo puede, pero eso no significa que sea el culpable. ¡ Que el compás! yo no lo he tocado, bueno, puede solo puede. Que la goma y la medalla, bueno puede solo puede. Lo habrá hecho el viento. Pero, por que todo lo que pasa en esta cuarto soy el responsable yo.
Niang

Antonio José tenía un hermano más pequeño que hacía menos bulto que un escupitajo reseco. Todo el día estaba quejándose, que si quería una pistola, que si quería ser mayor para conducir un coche. Siempre decía que tenía los ojos muy grandes y que se los iba a operar. Decía que Antonio le había roto su pelota...¿ Quién yo? Bueno,quizás, puede ser que la haya cogido para ver la marca. ¿ Qué insinúas ? ..¿ Qué yo la pague ? ¡ No ! A lo mejor ha sido mamá, que no le gusta la pelota.
Antonio

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